El desarrollo tecnológico de un país se mide respecto a la cantidad de tecnología que consume cada al año, en otras palabras, la cantidad per cápita de celulares, computadores y aparatos electrónicos similares a éstos que hay en el país.
Chile ostenta el primer puesto a nivel latinoamericano según la medición realizada el 2018 por la consultora Emersis. Tener este consumo tecnológico tan avanzado como muestran las estadísticas no siempre es bueno para la economía de las empresas y del consumidor. Esto se puede ejemplificar con la cantidad de celulares per cápita de nuestro país que actualmente posee una tasa de 2,3 celulares por persona. Hay más celulares que personas en Chile. El lado negativo de esto para la economía del consumidor es que la tecnología avanza, y al avanzar se crean celulares y aparatos electrónicos con más funciones que los anteriores. Este avance tecnológico claramente es bueno en muchos sentidos pero cuando una persona que posee dos celulares por “x” razón va a terminar desechando a estos celulares ya más antiguos para poder cambiarlo por uno más moderno, el cual va a ser mucho más costoso.
Pasar de tener dos celulares a uno afecta al consumidor por un lado y por otro afecta al desarrollo tecnológico del país. En el ámbito económico del consumidor lo afecta porque tiene que realizar una gran inversión para estar al día con la tecnología, porque si uno no está al día respecto a esto sin darse cuanta va a estar completamente desactualizado. Y afecta el desarrollo porque el consumo de tecnología baje provocando una baja en el gasto per cápita en tecnologías. El desarrollo no debe frenarse porque con el estamos cada vez más cerca de lograr un Chile más avanzado.